domingo, 31 de marzo de 2013

Uno de los textos más interesantes en lo que a temas contemporáneos de la Política, no puede faltar en la selección Norberto Bobbio.


LIBERALISMO Y DEMOCRACIA

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
Miguel de Cervantes[1]
El libro de Norberto Bobbio es una explicación sobre los términos “liberalismo” y “democracia” que nosotros muchas veces usamos, sin comprender los debates que han suscitado estos términos a lo largo de los siglos, mientras estas formas de concepción del Estado eran formadas.
La relación entre el liberalismo y la democracia, como explica Bobbio ha sido difícil, para resumirla en una frase: “ni contigo ni sin ti”, pues las diferencias de las que los más radicales hablan, son que para el liberalismo, la democracia evita que las personas sean realmente individuales y las convierte en un grupo.
La democracia es considerada como algo antiguo, ya en la Grecia de Platón y Aristóteles se hablaba de ella, como “el gobierno de muchos, de la mayoría o de los pobres [...] del pueblo”[2]; mientras que el liberalismo es algo moderno, surgido en principio de la idea que nosotros tenemos unos derechos naturales anteriores a la formación del Estado y que por tanto éstos derechos siempre deben ser cuidados por sobre cualquier otra cosa.
El Estado en el liberalismo sólo surge para proteger esos derechos naturales y por tanto, para que no exista un abuso del poder, es que se delimitan sus funciones, hasta llegar a lo conocido como “Estado mínimo”. Además, es concebido como un mal necesario, pues se considera al hombre como un depredador de los demás hombres y es por eso que se necesita de una institución que regule y cuide los derechos de todos.

“el Estado liberal nace de una contínua y progresiva erosión del poder absoluto del rey [...] racionalmente [...] es justificado como el resultado de un acuerdo entre individuos en principios libres que convienen en establecer los vínculos estrictamente necesarios para una convivencia duradera y pacífica”[3]

Existe por tanto un contrato en el que los hombres para convivir de manera pacífica creen un Estado que los regule y controle, pero siempre un Estado limitado, en donde sus funciones sean única y exclusivamente:

  1. La defensa de la sociedad contra los enemigos externos
  2. La protección del individuo contra las ofensas de otros individuos
  3. Ver por obras públicas que no podrían ser efectuadas si fuesen confiadas a la ganancia privada[4]
           
Pues de lo contrario, o mejor dicho, si el Estado interfiere en más asuntos que éstos, la libertad de los individuos se vería minada; si interfiriera en asuntos de índole privada, las personas dejarían de ser realmente libres sus derechos naturales se verían invadidos por la intromisión de este ente extraño y ajeno. “La doctrina de los límites de las funciones del Estado se basa en la primacía de la libertad del individuo frente al poder soberano”[5]
 Este liberalismo jamás estuvo contra la diversidad de opiniones, contra la variedad de propuestas; pues se encuentran que en la variedad está la mejoría, en la competencia se trata de optimizar las condiciones y es justo en la diversidad de opiniones en donde se ve el individualismo, pues más que una masa con los mismos pensamientos y emociones somos individuos, cada uno con una forma diferente de ver la realidad; siendo ésta una de las críticas que se hace a la democracia, pues ahí se conglomeran las personas para hacer un grupo compacto con las mismas ideas, promoviendo la colectivización.
Aunque recientemente una de las críticas que se le ha hecho al liberalismo fue la de considerar que existen “derechos naturales” y que por ello existe el Estado, para cuidarlos; en vez de éstos, el Estado existe por que hay algo llamado “utilitarismo” que dice que el Estado nace para proveer a la mayor parte de los individuos de felicidad (entendiéndola como carencia/ausencia de dolor) y que éste siempre va a procurarla pues resultaría no-natural buscar algo que provoque tristeza o dolor.
La democracia, por el otro lado es vista como un medio donde personas tan diferentes (como pobres y ricos) se juntan en pro de construir una sociedad más igual y de mejorar las condiciones de vida que existen y esto sólo se logra a través del voto en donde las personas eligen al representante que más le place; para realizar reformas y cambios en el Estado que beneficien a las personas, sino es que a todas, a una gran mayoría.
Ahora, la mejor democracia es la representativa, puesto que el territorio es muy grande para que haya una verdadera representación de cada uno; es por ello que se escogen a las personas que se creen están mejor capacitadas para tratar de mejorar la situación y que sea ésta más igual. Incluso para evitar que hubiera una tiranía de la mayoría, se propone que a los grupos minoritarios, que no ganaron las elecciones, tengan una participación en la toma de decisiones, es decir el cambio de una democracia, es decir pasar de un sistema de mayoría (en donde gobierna el que más votos tuvo) por el de representación proporcional, justo para que esas minorías eviten una tiranía sobre todos.
En una democracia, las personas pueden comentar sobre los problemas que los aquejan, demandar al gobierno que fue elegido por el pueblo para resolver sus contrariedades, pero muchas veces las demandas del pueblo son tantas que provocan una sobrecarga en el sistema, ocasionando como diría Habermas, un problema de legitimación, en donde a falta de resoluciones el pueblo deja de confiar en el gobierno.
Liberalismo y democracia, formas diferentes de ver un mismo tema, el Estado, la sociedad y los individuos.
El problema entre liberalismo y democracia, es que aunque ambas consideran que el individuo es lo más importante (son individualistas), lo que proponen que haga éste individuo en la sociedad es diferente, siendo muchas veces irreconciliable la visión que ambas posturas tienen:
La libertad e igualdad [...] son valores antitéticos , en cuanto no se puede realizar con plenitud uno sin limitar fuertemente el otro [...] individualista, conflictiva y pluralista la liberal; totalizante, armónica y monista la igualitaria. [...] La única forma de igualdad que no sólo es compatible con la libertad [...] es la igualdad en la libertad.[6]

El liberalismo considera a la sociedad como un conjunto de personas que por medio de un agente regulador es que se llevan de manera armónica; mientras que la democracia, considera por su parte a la sociedad como el producto de la unión de personas en búsqueda de una mejor forma de vida, lograda por medio de el gobierno que ellos mismos eligieron.

El liberalismo [...] reivindica la libertad individual tanto en la esfera espiritual como en la económica contra el Estado; la otra reconcilia al individuo con la sociedad haciendo de la sociedad el producto de un acuerdo entre individuos[7]

La verdad es que a pesar de las diferencias inherentes a su forma de concebir al Estado y a la sociedad, es que en la actualidad un Estado no puede considerarse liberal sin ser democrático al igual que un Estado democrático no puede serlo sino es liberal. Es en el respeto de los derechos naturales que nosotros somos libres y una de nuestras mayores libertades es poder escoger a los que por medio de un contrato nos van a gobernar, mientras nosotros cedemos un poco del poder que tenemos en aras que esos gobernantes hagan el mejor de sus trabajos.
Ahora, existe una nueva unión entre ambos ideales, con la aparición del socialismo, en donde se condena al liberalismo como la causa por la cual existen las diferencias entre las personas; mientras que utiliza a la democracia y explica que gracias a ella, por medio de un proceso natural, se llegaría a la sociedad socialista.
Muchos consideran a la ideología socialista como una ideología anti liberalista; ya que el socialismo pugna porque el Estado intervenga en todos los aspectos controlándolos, creando con ello como ya  vimos una “dictadura del proletariado” que haría que después el Estado comenzara a desaparecer es por ello que a pesar de las diferencias con la democracia, se ha tratado de unir frente a esta nueva ideología.


Interesante libro sobre las diferencias de dos términos que muchas veces consideramos como incluyentes uno en otro y que si nos ponemos a analizar, desde sus orígenes son mucho pero muy diferentes. Entre lo que encuentro más interesante es ver cómo estos términos ahora tratan de complementarse y de coexistir como parte de lo mismo.

Bibliografía

§     Bobbio Norberto (tr. al español por José F. Fernández Santillán), Liberalismo y Democracia, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 11° reimpresión, 2006,  p.7-109
§     Eco, Umberto, Cómo se hace una tesis, Gedisa Editorial, Barcelona España, 8ª reimpresión,  2006, p.163-182
§     Perales O., Laura Elena; et al, Como realizar y presentar trabajos académicos,  México, Tecnológico de Monterrey [campus Ciudad de México], 1ª edición, Pp. 10-14.

Ciberografía
§     (Desconocido). 2006. Citas sobre el liberalismo [Electrónico]. Página de liberalismo.org http://www.liberalismo.org/citas/C/  [Recuperado el 22 de noviembre de 2006 en Google]



[1](Desconocido). 2006. Citas sobre el liberalismo [Electrónico]. Página de liberalismo.org http://www.liberalismo.org/citas/C/  [Recuperado el 22 de noviembre de 2006 en Google]
[2]Bobbio Norberto (tr. al español por José F. Fernández Santillán), Liberalismo y Democracia, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 11° reimpresión, 2006,  p.32
[3] IBID p.14-15
[4] Adam Smith en Bobbio Norberto “Liberalismo y Democracia”, p.24
[5] IBID p.25
[6] IBID p.41
[7] IBID p.51

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