LIBERALISMO Y DEMOCRACIA
La libertad, Sancho,
es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella
no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por
la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
Miguel de Cervantes[1]
El libro de Norberto
Bobbio es una explicación sobre los términos “liberalismo” y “democracia” que
nosotros muchas veces usamos, sin comprender los debates que han suscitado
estos términos a lo largo de los siglos, mientras estas formas de concepción
del Estado eran formadas.
La relación entre el
liberalismo y la democracia, como explica Bobbio ha sido difícil, para
resumirla en una frase: “ni contigo ni sin ti”, pues las diferencias de las que
los más radicales hablan, son que para el liberalismo, la democracia evita que
las personas sean realmente individuales y las convierte en un grupo.
La democracia es
considerada como algo antiguo, ya en la Grecia de Platón y Aristóteles se
hablaba de ella, como “el gobierno de muchos, de la mayoría o de los pobres
[...] del pueblo”[2]; mientras que el
liberalismo es algo moderno, surgido en principio de la idea que nosotros
tenemos unos derechos naturales anteriores a la formación del Estado y que por
tanto éstos derechos siempre deben ser cuidados por sobre cualquier otra cosa.
El Estado en el
liberalismo sólo surge para proteger esos derechos naturales y por tanto, para
que no exista un abuso del poder, es que se delimitan sus funciones, hasta
llegar a lo conocido como “Estado mínimo”. Además, es concebido como un mal
necesario, pues se considera al hombre como un depredador de los demás hombres
y es por eso que se necesita de una institución que regule y cuide los derechos
de todos.
“el Estado liberal nace de una contínua y progresiva
erosión del poder absoluto del rey [...] racionalmente [...] es justificado
como el resultado de un acuerdo entre individuos en principios libres que
convienen en establecer los vínculos estrictamente necesarios para una
convivencia duradera y pacífica”[3]
Existe por tanto un
contrato en el que los hombres para convivir de manera pacífica creen un Estado
que los regule y controle, pero siempre un Estado limitado, en donde sus
funciones sean única y exclusivamente:
- La defensa de la sociedad contra los enemigos externos
- La protección del individuo contra las ofensas de otros individuos
- Ver por obras públicas que no podrían ser efectuadas si fuesen confiadas a la ganancia privada[4]
Pues de lo contrario, o mejor dicho, si el Estado
interfiere en más asuntos que éstos, la libertad de los individuos se vería
minada; si interfiriera en asuntos de índole privada, las personas dejarían de
ser realmente libres sus derechos naturales se verían invadidos por la
intromisión de este ente extraño y ajeno. “La doctrina de los límites de las
funciones del Estado se basa en la primacía de la libertad del individuo frente
al poder soberano”[5]
Este
liberalismo jamás estuvo contra la diversidad de opiniones, contra la variedad
de propuestas; pues se encuentran que en la variedad está la mejoría, en la
competencia se trata de optimizar las condiciones y es justo en la diversidad
de opiniones en donde se ve el individualismo, pues más que una masa con los
mismos pensamientos y emociones somos individuos, cada uno con una forma
diferente de ver la realidad; siendo ésta una de las críticas que se hace a la
democracia, pues ahí se conglomeran las personas para hacer un grupo compacto
con las mismas ideas, promoviendo la colectivización.
Aunque recientemente una de las críticas que se
le ha hecho al liberalismo fue la de considerar que existen “derechos
naturales” y que por ello existe el Estado, para cuidarlos; en vez de éstos, el
Estado existe por que hay algo llamado “utilitarismo” que dice que el Estado
nace para proveer a la mayor parte de los individuos de felicidad
(entendiéndola como carencia/ausencia de dolor) y que éste siempre va a
procurarla pues resultaría no-natural buscar algo que provoque tristeza o
dolor.
La democracia, por el otro lado es vista como un
medio donde personas tan diferentes (como pobres y ricos) se juntan en pro de
construir una sociedad más igual y de mejorar las condiciones de vida que
existen y esto sólo se logra a través del voto en donde las personas eligen al
representante que más le place; para realizar reformas y cambios en el Estado
que beneficien a las personas, sino es que a todas, a una gran mayoría.
Ahora, la mejor democracia es la representativa,
puesto que el territorio es muy grande para que haya una verdadera
representación de cada uno; es por ello que se escogen a las personas que se
creen están mejor capacitadas para tratar de mejorar la situación y que sea
ésta más igual. Incluso para evitar que hubiera una tiranía de la mayoría, se
propone que a los grupos minoritarios, que no ganaron las elecciones, tengan
una participación en la toma de decisiones, es decir el cambio de una
democracia, es decir pasar de un sistema de mayoría (en donde gobierna el que
más votos tuvo) por el de representación proporcional, justo para que esas
minorías eviten una tiranía sobre todos.
En una democracia, las personas pueden comentar
sobre los problemas que los aquejan, demandar al gobierno que fue elegido por
el pueblo para resolver sus contrariedades, pero muchas veces las demandas del
pueblo son tantas que provocan una sobrecarga en el sistema, ocasionando como
diría Habermas, un problema de legitimación, en donde a falta de resoluciones
el pueblo deja de confiar en el gobierno.
Liberalismo y democracia, formas diferentes de
ver un mismo tema, el Estado, la sociedad y los individuos.
El problema entre liberalismo y democracia, es
que aunque ambas consideran que el individuo es lo más importante (son
individualistas), lo que proponen que haga éste individuo en la sociedad es
diferente, siendo muchas veces irreconciliable la visión que ambas posturas
tienen:
La
libertad e igualdad [...] son valores antitéticos , en cuanto no se puede
realizar con plenitud uno sin limitar fuertemente el otro [...] individualista,
conflictiva y pluralista la liberal; totalizante, armónica y monista la
igualitaria. [...] La única forma de igualdad que no sólo es compatible con la
libertad [...] es la igualdad en la libertad.[6]
El liberalismo considera a la sociedad como un
conjunto de personas que por medio de un agente regulador es que se llevan de
manera armónica; mientras que la democracia, considera por su parte a la
sociedad como el producto de la unión de personas en búsqueda de una mejor
forma de vida, lograda por medio de el gobierno que ellos mismos eligieron.
El
liberalismo [...] reivindica la libertad individual tanto en la esfera
espiritual como en la económica contra el Estado; la otra reconcilia al
individuo con la sociedad haciendo de la sociedad el producto de un acuerdo
entre individuos[7]
La verdad es que a pesar de las diferencias
inherentes a su forma de concebir al Estado y a la sociedad, es que en la
actualidad un Estado no puede considerarse liberal sin ser democrático al igual
que un Estado democrático no puede serlo sino es liberal. Es en el respeto de
los derechos naturales que nosotros somos libres y una de nuestras mayores
libertades es poder escoger a los que por medio de un contrato nos van a
gobernar, mientras nosotros cedemos un poco del poder que tenemos en aras que
esos gobernantes hagan el mejor de sus trabajos.
Ahora, existe una nueva unión entre ambos
ideales, con la aparición del socialismo, en donde se condena al liberalismo
como la causa por la cual existen las diferencias entre las personas; mientras
que utiliza a la democracia y explica que gracias a ella, por medio de un
proceso natural, se llegaría a la sociedad socialista.
Muchos consideran a la ideología socialista como
una ideología anti liberalista; ya que el socialismo pugna porque el Estado
intervenga en todos los aspectos controlándolos, creando con ello como ya vimos una “dictadura del proletariado”
que haría que después el Estado comenzara a desaparecer es por ello que a pesar
de las diferencias con la democracia, se ha tratado de unir frente a esta nueva
ideología.
Interesante libro sobre las diferencias de dos
términos que muchas veces consideramos como incluyentes uno en otro y que si
nos ponemos a analizar, desde sus orígenes son mucho pero muy diferentes. Entre
lo que encuentro más interesante es ver cómo estos términos ahora tratan de
complementarse y de coexistir como parte de lo mismo.
Bibliografía
§
Bobbio Norberto (tr. al español por José
F. Fernández Santillán), Liberalismo y Democracia, Editorial Fondo de
Cultura Económica, México, 11° reimpresión, 2006, p.7-109
§ Eco, Umberto, Cómo se
hace una tesis, Gedisa Editorial, Barcelona España, 8ª reimpresión, 2006, p.163-182
§
Perales O.,
Laura Elena; et al, Como realizar y presentar trabajos académicos, México, Tecnológico de Monterrey [campus
Ciudad de México], 1ª edición, Pp. 10-14.
Ciberografía
§
(Desconocido).
2006. Citas sobre el liberalismo [Electrónico]. Página de liberalismo.org http://www.liberalismo.org/citas/C/ [Recuperado el 22 de noviembre de 2006
en Google]
[1](Desconocido). 2006. Citas sobre el liberalismo
[Electrónico]. Página de liberalismo.org http://www.liberalismo.org/citas/C/ [Recuperado el 22 de noviembre de 2006
en Google]
[2]Bobbio Norberto (tr. al español por José F.
Fernández Santillán), Liberalismo y Democracia, Editorial Fondo de
Cultura Económica, México, 11° reimpresión, 2006, p.32
[3] IBID p.14-15
[4] Adam Smith en Bobbio Norberto “Liberalismo y
Democracia”, p.24
[5] IBID p.25
[6] IBID p.41
[7] IBID p.51
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