Dentro del debate contemporáneo, la forma de hacer política resulta medular. Sin embargo, mucho de lo que ahora se dice está pensado desde Aristóteles.
FORMAS DE GOBIERNO
De
acuerdo con el texto de la “Política” de Aristóteles, las personas somos por
naturaleza seres políticos, (“zoon politikón”) y por lo mismo buscamos la
organización política que más nos conviene; siempre estamos tratando de organizarnos
en grupos desde la familia hasta la sociedad, siendo la ciudad el fin de la
evolución de la sociedad.
Aristóteles
considera, a diferencia de los ilustrados, que el Estado es anterior por
naturaleza a la familia y a cada individuo “el todo es antes que las partes”.
El Estado es creado por los hombres, porque los hombres poseemos una única
característica que nos diferencia de los demás animales, el lenguaje; es
gracias a éste que nos podemos comunicar con los demás para saber lo que es
bueno y lo que es malo.
El hombre es por definición un animal político;
por eso, aun cuando no necesiten la mutua ayuda los hombres, no menos buscan la
convivencia. [...] Pero también se reúnen simplemente para vivir y constituyen
la comunidad política.[1]
Es
a través del Estado que las personas pueden perfeccionar sus virtudes y
arrancar los vicios y es a través de las formas de gobierno justas que esto se
lleva a cabo; mientras que con las formas de gobierno injustas esto no se
logra, puesto que los que gobiernan no velan por el bien colectivo, sino que lo
hacen por el propio.
Es evidente, desde luego, que todos los regímenes que miran por
el bien común son recto, desde el punto de vista de lo absolutamente justo, y
que cuantos atienden sólo a lo particular de los gobernantes son erróneos y
todos ellos desviaciones de los regímenes rectos, pues son despóticos y la
ciudad es comunidad de los hombres libres.[2]
Existen diversos regímenes políticos (forma de
organización de la ciudad), de los que hay gobiernos unipersonales en donde una
persona es la que gobierna y puede ser justa como la monarquía o injusta como
tiranía; un gobierno de pocos donde la justa es la aristocracia e injusta como
la oligarquía y un gobierno de muchos la república es la justa y la injusta la
democracia, cuando lo que le interesa es el bien sólo de los pobres.
De los gobiernos unipersonales solemos llamar
monarquía al que vela por el bien común; al gobierno de pocos, pero de más de
uno, aristocracia (bien porque gobiernan los mejores [áristoi] o bien
porque lo hacen atendiendo a lo mejor [aristón] para la ciudad y para
los que forman su comunidad); y cuando la mayoría gobierna mirando por el bien
común, recibe el nombre común a todos los regímenes políticos: república (politeia)
[...] Desviaciones de los citados son: tiranía, de la monarquía; la oligarquía,
de la aristocracia, y la democracia, de la república. La tiranía, en efecto, es
una monarquía orientada al interés del monarca; la oligarquía, al de los ricos,
y la democracia, al interés de los pobres[3]
En general se puede hablar de dos regímenes
políticos, la democracia y la oligarquía, pues de ellos se derivan todos los
demás; aunque se puede hablar de otros dos regímenes: la aristocracia y la
monarquía, existe un quinto, que es la fusión de todos los anteriores, pero
como es muy difícil de encontrarlo casi no se toma en cuenta, ese régimen se
llama politeia.
Hay diferentes tipos de democracia; ya sea si
es el pueblo el que tiene todo el poder y así se toman decisiones, si se basa
en la igualdad, si no hay diferencias entre las personas, sean ricas o pobres.
La primera democracia es la que se funda sobre
todo en la igualdad; e igualdad según la ley de dicha democracia consiste en no
sobresalir más los pobres que los ricos [...] otra, que se establezcan las
magistraturas a partir de las rentas [...] Otra forma de democracia consiste en
que participan todos los ciudadanos que no tienen que dar cuentas, pero
gobierna la ley. [...] Otra forma de democracia consiste en dar acceso a las magistraturas
a todo el mundo con la única condición de ser ciudadano.[4]
Existen también diferentes formas de
oligarquía de acuerdo a sus características distintivas (a si es hereditario el
mandato, si mandan los ricos, etc.).
El mejor régimen para Aristóteles es el de
la aristocracia, pues en el gobiernan los mejores; los que sobresalen por sus
virtudes y no por herencia o por riqueza (como se ha pensado en épocas más
recientes).
Bibliografía
§ Aristóteles (tr. al español de
Carlos García Gual y Aurelio Pérez Jiménez), Política, Alianza
Editorial, 5° reimpresión, 2006, México, p.116-197
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